Pere Ortín es periodista y documentalista, editor y creador del #PeridodismoDaDá
17 historias. 17 países. 17 creadoras, 17 élites sin destino…
Les mentiría si les dijera que, como editor de este complejo trabajo periodístico, todo ha sido fácil y no ha habido dificultades. Les mentiría también si les dijera que, al principio de todo, cuando hablaba por teléfono, por WhatsApp, por email con Yasna, Paula, Oswaldo, Joseph, Flora, Daniela, Octavio… lo tenía todo súper claro y sabía hacia dónde se dirigía el proyecto, las autoras y sus propuestas.
Se trataba de hablar de algo de lo que (casi) nunca hablamos.
Se trataba de pensar sobre algo en lo que (casi) nunca pensamos.
Se trataba de reportear con libertad sobre eso que (casi) nunca reporteamos…
Se trataba de explorar de forma crítica un territorio (casi) nada explorado: las élites de América Latina.
Les confieso que el reto ha sido mayúsculo y que la alegría de ver el trabajo acabado está a la altura del desafío planteado. Siento satisfacción al verlo publicado y en eso no les puedo mentir.
Ahora que ya está hecho, este trabajo es suyo, para ser leído, pensado, disfrutado, debatido, utilizado, criticado, odiado o aplaudido por ustedes. A mí, como su editor, este proyecto me deja algunas ideas que me gustaría compartir.
ahora que ya está hecho, este trabajo es suyo para ser leído, pensado, disfrutado, debatido, utilizado, criticado, odiado o aplaudido
Elites sin destino me ha convencido (aún más) de que…
…No somos meros agrimensores de eso que, a falta de mejor expresión, llamamos «realidad». Como periodistas, también somos inventores de futuros posibles.
…Es urgente tomar cada vez más en cuenta la búsqueda periodística de la belleza, esa mezcla cuidada y cuidadosa de valentía y generosidad, para hacer atractivo e interesante aquello que sabemos que es importante.
…Nuestro trabajar es, también, ayudar a que el colesterol intelectual no colapse las arterias del cerebro y del corazón de nuestros lectoespectadores, usuarios, oyentes y co-productores de sentidos.
…El periodismo que más me interesa huye de la Historia (en singular y mayúsculas) para contar historias (en plural y en minúsculas).
…El periodismo que más me interesa cambia la P de «Épica» por la T de «Ética».
Élites sin destino me ha convencido de que el el periodismo que más me interesa va de conceptos e ideas construidos con palabras e imágenes que son, primero y antes que nada, creaciones estéticas en el marco de un lenguaje expresivo.
Élites sin destino me ha convencido también de que este trabajo va sobre todo de dudar (todo el rato, todo el tiempo) y expresarlo a través de historias basadas en hechos reales y bastardas que nos incomoden, primero, a nosotras y que nos dejen a la intemperie, desnudas y contemplando ese hermoso paisaje que se esconde detrás de todo signo de interrogación: ?
Élites sin destino me ha convencido de que nuestro trabajo es crear problemas; hacer preguntas difíciles, pero no para dar respuestas, ni tampoco ofrecer esa supuestas «soluciones» que se venden a precio de saldo, como aire frito.
élites sin destino me ha convencido de que nuestro trabajo es crear problemas; hacer preguntas difíciles, pero no para dar respuestas
Este trabajo también me ha dejado otras reflexiones porque…
…El relato de las élites LatAm es el de una violencia que aún está, en gran medida, por contar.
…El relato de las élites LatAm es una historia de clasismo, racismo, machismo, neocolonialismo y aporofobia que aún está, en gran medida, por explorar.
…El relato de las élites LatAm nos demuestra, como dice el Talmud (el libro sagrado de las leyes y tradiciones judías), que no vemos las cosas como son, sino como somos nosotros.
…El relato de las élites LatAm nos muestra que los «hechos» son autónomos, pero no son autosuficientes para explicar y tratar de entender la extraordinaria complejidad de la vida humana.
…El relato de las élites LatAm nos plantea que es muy difícil pensar, ejercer y practicar el uso de la palabra «libertad» periodística cuando estamos encarcelados en esas prisiones de lo posible llamadas «formatos» y que no tienen celdas ni barrotes porque no existen.
…El relato de las élites LatAm nos enseña que en el periodismo no parece haber avance posible en la ortodoxia y que, por el contrario, la búsqueda se centraría en construir una nueva heterodoxia práctica que nos permita crecer en los márgenes sin ser marginales.
Ser el editor de este trabajo me ha convencido de que el periodismo que más me interesa va de encontrar historias, como decía Albert Camus, con algo de lucidez, un poco de desobediencia, bastante obstinación y abundante, mucha, ironía, incluso en situaciones donde no parece necesaria o pertinente.
Debemos ser más pecadoras, más heterodoxas a la hora de abordar y desarrollar nuestras historias para explorar territorios narrativos «diferentes». Otras formas híbridas, genuinas, en las que se mezclen ideas e ideologías, con abundantes dosis de subjetividad y observación parcial (al menos seleccionada).
Narrativas que vayan más allá de esa supuesta razón de los hechos y se desarrollen en territorios periodísticos que discutan las lógicas y los dogmas de ese periodismo anglosajón, hijo y esclavo de la moral calvinista, racionalista y naive, que se ha instaurado de forma autoritaria entre nosotras como forma casi única posible de contar desde la realidad y que presenta evidentes signos de agotamiento, porque no es capaz de dialogar con las nuevas éticas que definen los comportamientos sociológicos, ideológicos, económicos y políticos no reglados que están en desarrollo en nuestras sociedades hoy, en el aquí y en el ahora.
Más allá de todas estas reflexiones, como editor de Élites sin destino, a mí solo me queda dar las gracias…
A todas las 17 autoras de 17 países que me han enseñado a leer América Latina y sus élites con otros ojos, desde otros puntos de vista, con otros planteamientos e ideas…
A Mario Trigo por visualizar, ilustrar y hacer mucho mejor aquella idea inicial que le planteé de hacer un colorido «catálogo de joyas»…
A todo el equipo de la FES en todos los países y, sobre todo, al jefe Omar Rincón y a la gran Daniela Bohórquez, por su inmenso y denodado trabajo para hacer de esto algo mucho más grande y hermoso que la suma de todos nuestros defectos…
Gracias.
Pere Ortín Andrés
Editor